Normalmente bajar de peso es una preocupación de adultos, sin embargo esta inquietud puede generarse porque somos los directamente afectados y en algunas ocasiones cuando los afectados son nuestros hijos. En este post, dedicaremos especial atención a algunos tips que puedes tener en cuenta para ayudar a tus niños entre los 3 y 5 años, a bajar de peso.
Partiremos de considerar que con los niños es mucho más fácil establecer hábitos y fortalecer en ellos una conciencia de consumo saludable, pues a diferencia de los adultos, están en constante renovación su manera de ver el mundo, siendo protagonistas de su propio aprendizaje a partir de pautas que recibe de sus padres, cuidadores o docentes.
Las señales de alarma
En el diálogo y en los momentos que compartes con los pequeños, es muy importante monitorear su comportamiento y cambios que pueda presentar en su parte física, emocional o mental. Igualmente es fundamental mantener el control a su peso y talla, según los programas que tenga tu prestadora de servicios de salud o el jardín a donde asisten.
Por regla general, el sobrepeso está ligado al aumento de la masa muscular y el peso, por eso muy importante estar atentos a estos cambios y tomar medidas con la asesoría del médico tratante o pediatra. También es conveniente acudir al médico si percibes ansiedad o apetito insaciable.
Para efectos de este post, nos limitaremos a considerar aquellos casos donde el sobrepeso en los niños no está asociado a desordenes hormonales o quebrantos de salud que requieran un tratamiento médico especializado.
Un acto de amor
Basados en el deber de cuidar la salud de los hijos, hay que ver su alimentación y recomendaciones en sus hábitos de consumo, como actos de amor; pues aunque no lo creas, en esa parte tienes grandes posibilidades de demostrarles tu preocupación por su bienestar.
Como en otras áreas de la relación padres/hijos, es muy importante iniciar tomando conciencia de que eres un ejemplo para ellos, por lo que la salud de la familia termina siendo un proceso que los involucra a todos y donde debes asumir la responsabilidad de transmitir un mensaje adecuado.
Así también, debemos tener en cuenta que bajar de peso requiere cambios en las rutinas que se tienen establecidas en el hogar, por lo que necesariamente debe haber una postura de apoyo y acompañamiento para facilitar la adaptación a estos.
Las barreras que se pueden presentar
Es probable que en ese camino que estás recorriendo con los pequeños para cumplir la meta de bajar de peso, encuentres barreras que dificulten el asunto. Entre ellas, se destaca el rechazo de los niños a alimentos nuevos, siendo un reflejo de su temor a lo desconocido.
También es probable que tengas que lidiar con tus deseos de consentir sus gustos y peticiones cuando quieren comer algo que no es muy saludable. Cuando esto pase, recuerda que las restricciones que estas poniendo a su ingesta de ese tipo de alimentos, solo tienen el propósito de mejorar su calidad de vida, prevenir enfermedades futuras y lo más importante, decirles cuánto los amas y cuánto te importan.
Ahora bien, ya revisamos algunas de las barreras que se pueden presentar tomando en cuenta la posición de los niños, sin embargo la barrera más grande que puedes encontrar para ayudar a tus hijos a bajar de peso es tu propia negación a cambiar los hábitos de consumo y cambiar tu forma de pensar hacia una mayor conciencia sobre la relación que tiene lo que comes con tu salud y de paso con la de tu familia.
Si ese es el problema, lo mejor será que el proceso sea acompañado y supervisado por un profesional de la salud o nutricionista, buscando con ello facilitar la asimilación tanto en los padres como en los hijos.
También puedes recordar lo que hemos mencionado líneas arriba sobre los actos de amor, quizás este sea el motor que te ayude a avanzar hacia nuevas formas de disfrutar y compartir la hora de la comida con tus hijos.
La creatividad, una excelente aliada
Es muy importante recordar que en el caso de los niños la mejor forma de ayudar a perder peso, es cuidando su alimentación y su actividad física. Ten mucho cuidado si has pensado en acudir a pastillas u otros métodos que no sean recomendados por el pediatra, pues son totalmente inapropiados para los pequeños.
Ahora vamos a revisar algunos tips que pueden ayudarte para que bajar de peso sea una experiencia enriquecedora para toda la familia:
Debemos sacarle provecho a la relación que se tiene con los niños, la cual ha permitido que seas quien conoce mejor que nadie sus gustos alimenticios. Es normal que su inclinación por los dulces, helados y todo lo que contiene azúcar, sea un rasgo característico de lo que siempre quieren comer; la clave está en comenzar a regular su consumo.
Siempre debes considerar que los niños están en proceso de crecimiento y sus órganos y cuerpo van fortaleciéndose con el paso del tiempo. Por eso es muy importante no llegar al extremo de las restricciones en su alimentación, siempre debe haber un menú balanceado donde estén representados todos los grupos de alimentos: carnes, lácteos, verduras, frutas, cereales, grasas y agua.
Ten en cuenta que las porciones son importantes, puedes darles porciones pequeñas y darles un poco más si dicen tener más apetito. Evita forzarlos a comer si manifiestan estar llenos, pues puedes terminar obligándolos a comer grandes cantidades de comida, desconociendo que su metabolismo es muy diferente al de un adulto.
Recuerda dar ejemplo. Si te has fijado en cómo se comportan tus hijos en la mesa, notarás que repiten todo lo que tú haces y preguntan por qué tu puedes hacer algo y ellos no.
Pues bien, aquí es donde debes recordar tu rol de maestro y deberás adicionar el mostrarles cómo comer, es bueno esforzarte en darle una respuesta adecuada a sus inquietudes cada vez que preguntan
¿Por qué? Esa respuesta será clave en el afianzamiento de pautas de hábitos saludables de vida, pues recuerda que para ellos la gran verdad y explicación a lo que no entienden, es la información que reciben del exterior, principalmente de sus padres.
Se creativo al preparar los alimentos, pues los niños son bastante exigentes en cuanto a la presentación, olor y sabor de lo que comen, se refiere. En este aspecto son las verduras o las carnes las que mayor rechazo reciben por parte de los pequeños.
Para mejorar esto, puedes jugártela buscando nuevas formas de preparar las verduras o incorporarlas al menú. Si definitivamente en ensaladas no es posible que las coman, acude a rayarlas en las sopas. También puedes intentar preparándolas en cremas, así no tendrán que lidiar con la textura característica de éstas.
Nada como la sazón de mamá, papá o abuelita. Aprovecha tus dotes culinarias para que a través del sabor, logres que los niños siempre quieran comer lo que preparas y de paso puedan bajar de peso.
Te recomendamos buscar en youtube vídeos para que te des una idea de cuan creativa puedes ser la cocina, de momento te dejamos con este donde un chico nos enseña a realizar una ensalada de frutas nutritiva y deliciosa para los pequeños:
Cambia lo que contiene la lonchera. Ahora puedes incluir frutas, jugos naturales o yogures bajos en grasa. Evita que éstas lleven frituras, gaseosas, dulces o alimentos preparados en casa que contienen grandes cantidades de grasa, harina o salsas.
Fortalece la autoestima de los niños con palabras de ánimo y que resalten sus habilidades y físico. Nadie se siente bien cuando en todo momento lo tildan de “gordo”, mucho menos los niños a quienes esto puede marcarlos y afectarlos emocionalmente.
Invítalos a realizar ejercicio, por más que parezca que queman mucha energía durante el día. Puedes recurrir a salidas en bicicleta, juegos donde haya que correr, bailar en casa, etc.
Espero que estos tips sean de gran ayuda para que la misión de bajar de peso, termine siendo un juego de niños.
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