Ha pasado más de una década desde que nos abrieron las posibilidades a comprar por internet y todavía nos resistimos a comprar un montón de cosas por este medio.
¡Dudamos incluso de los marketplaces y proveedores más establecidos y reputados!
Sin embargo, hay tiendas que han sabido adaptarse a los tiempos y responder a nuestras dudas y necesidades de una forma magistral.
El mejor ejemplo de esto que te cuento lo descubrí un día que quise comprar jamón ibérico online y encontré una tienda especializada en este producto y en otros ibéricos, aunque también servían una selección de vinos Rioja y Ribera del Duero para acompañar. Y desde la última vez que miré, han añadido conservas y aceites a su carta de productos.
Y pensando en la última vez que compré alimentos por internet, me vino algo curioso a la mente.
¡Muchas personas que conozco me mirarían raro por hacerlo! Y eso que las mujeres cada vez compran más por internet, como ya te contaba en esta entrada hace un tiempo.
Aunque la verdad es que no me sorprendería que se alarmen… Al fin y al cabo, uno de los memes más recurrentes hoy es el de “Cuando lo pides en Aliexpress // Cuando recibes el pedido”.
En el mismo se refleja una de las mayores causas de desconfianza a la hora de comprar por internet: un usuario adquiere un producto basándose en las imágenes promocionales y en su descripción, y lo que recibe en realidad no se ajusta a lo mostrado.
Los consumidores todavía dudamos de las compras por internet, principalmente porque nos parecen más inciertas que las compras en persona.
Situaciones como esas son muy comunes, y los problemas a la hora de obtener un reembolso (la segunda mayor causa de desconfianza) solamente contribuyen a agravar la percepción de las compras por internet como una pérdida de tiempo y dinero.
Además, algunas industrias tienen que competir con todavía más dudas y prejuicios que otras. Por ejemplo, cuando compramos útiles informáticos no tenemos problema en adquirirlos por internet, especialmente si hemos podido verlos antes en una tienda física y comparar el precio.
Eso sí, en estos casos tendemos a tratar de aprovechar ofertas de la propia casa de fabricación del aparato que deseamos o bien los días sin IVA y promociones de temporada (como el Black Friday, el Singles’ Day y el Cyber Monday).
No dudamos tanto al comprar aparatos electrónicos, pero nuestra actitud para la electrónica es muy distinta de la que tenemos hacia otros mercados.
Todavía nos resistimos a comprar ropa y zapatos si no podemos verlos y probárnoslos, por ejemplo. Pero no es de extrañar, ya que la mayoría de nosotros dependemos de nuestra vestimenta para sentirnos a gusto con nosotros mismos, como ya te contaba en esta entrada.
Entonces, si ya cuesta acertar cuando vas a la tienda y lo tienes delante de tus narices, la cosa se complica exponencialmente cuando lo que vas a comprar no lo ves hasta que no te llega.
¡Y no hablemos ya de comprar alimentos por internet!
Aunque encargar comida a domicilio desde el teléfono y el ordenador es cada día más común, nos mostramos más reticentes a encargar las compras a nuestro supermercado de confianza desde su web. ¡Aunque llevamos toda la vida comprando en sus tiendas!
Eso por no mencionar la resistencia que le ponemos a otros distribuidores, de esos que se especializan en productos concretos (como embutidos, aperitivos o vinos). Podemos tacharlos de estafadores como poco, en especial si no conocemos la marca o no podemos recibir una prueba que nos ayude a evaluar la calidad de aquello que deseamos adquirir.
Que por otro lado, es el motivo por el que algunas personas se dedican a hacer reseñas de lotes de productos adquiridos a esta clase de comercios digitales… Como las haul girls de YouTube.
Y aún a estas personas les sacamos pegas, porque pensamos que tienen interés comercial en el asunto y que no pueden ser enteramente honestas con sus reseñas si quieren cobrar por ellas.
Por suerte, al consumidor se lo escucha y se le resuelven sus inquietudes y problemas
De ahí que algunos de los mejores proveedores hayan prestado atención a nuestras dudas y nos ofrezcan sistemas de garantía. Devoluciones en plazos superiores a la garantía estándar de 15 días, muestras gratuitas y protecciones del comprador son ahora prácticas comunes en los mejores outlets virtuales.
¡Siempre dependiendo del producto y del distribuidor, claro!
Además, aquellos que son especialistas en sus productos te ofrecen un extra de educación para que aprendas a distinguir la calidad por tu cuenta y sepas sacarle el mejor partido a lo que les compras.
Finalmente, otra seña de confianza que me parece muy relevante y busco más a menudo es si en la propia tienda te dan estrategias y consejos para que evites compras de las que puedas arrepentirte. Por ejemplo:
- Te ayudan a comprobar tu tallaje en distintos estándares internacionales si compras ropa y zapatos, para que no te compres una talla L en China y recibas lo que para ti es una talla S en España.
- Describen todos los componentes y características técnicas del aparato electrónico que deseas adquirir (móviles, ordenadores, tablets) y hacen comparativas con otros productos de similares prestaciones, para que escojas el mejor dentro de tu presupuesto.
- O te hablan del origen de los productos y hacen una descripción detallada de sus estándares de calidad en la elaboración, la distribución y el servicio al consumidor, para que tengas una idea sobre sus prácticas y puedas escoger si les compras a ellos por estar alineados con tus propios estándares éticos y de calidad, o si prefieres pasar de ellos por el modelo de consumo que apoyan.
Un ejemplo personal sobre estas señas de confianza, para que veas de qué modo lo aplico
Temas
Comenzaré por decirte que cumplían con el último punto de la lista anterior muy escrupulosamente. Ponen la denominación de origen de todos sus productos, te indican su tamaño, peso y procedencia (método de elaboración) y muchos detalles más.
Esa fue una de mis primeras señales para confiar en la tienda de jamones online que puse como ejemplo desde el principio de este texto.
No sólo pude constatar que tienen sedes físicas, sino que también me constaba su carta de productos y precios, tanto para encargar y entregar como para recoger en sus tiendas. Además, me daban la opción de hacer un encargo y recogerlo en tienda a una hora convenida.
Todo esto viene acompañado por información sobre su producto estrella, el jamón ibérico: cómo consumirlo y conservarlo, cómo distinguir sus partes, y finalmente, o cómo distinguir sus señas de calidad.
Te hablan además de sus diferencias con otros tipos de piezas y curaciones (como el jamón serrano, que proviene de una raza distinta de cerdos; o la paleta, que sale de las patas delanteras del cerdo, en vez de las traseras).
Esta educación al consumidor es algo que brindan en todas sus secciones. Gracias a ellos, aprendí un poquito más de jamones, vinos, aceites y quesos. Y es un valor añadido que fácilmente se convierte en seña de confianza.
¿Qué te ha parecido el ejemplo? ¿Te sientes capaz de aplicarlo tú?
Aunque puede que te cueste un poco creerlo si eres de mi generación o de la de mis padres y abuelos, comprar en internet y pagar con medios electrónicos es cada vez más seguro.
Y por eso voy a terminar de despejar todas tus dudas con estos sencillos consejos:
- Utiliza un sistema de pagos con protección del comprador. PayPal puede servirte para ello perfectamente. Puedes reclamar tu dinero durante un máximo de 6 meses si fuera necesario, a través de su proceso de mediación en devoluciones.
Si PayPal no estuviera disponible en tu país con todas sus prestaciones, siempre puedes buscar otra herramienta de características similares. Los chinos tienen Alipay, por ejemplo. - Aprovecha las opciones de tu banco. Todos los bancos tienden a ofrecer tarjetas monedero y e-Cards en la actualidad, que te sirven para evitar desfalcos por cargos fraudulentos que no hayas autorizado (o que hayas aprobado inadvertidamente, que también puede ocurrir).
Es interesante que cuentes con estas tarjetas porque tienden a incluir sistemas de protección y seguros antifraude. Una medida con la que te devuelven tu dinero si alguien consigue estafarte siempre es de agradecer.
Ahora sí, esto sería todo lo que quiero compartir en esta entrada.
Cuéntame tus experiencias con esto de las compras por internet. ¿Compras habitualmente? Si es así, ¿qué sueles comprar? ¿Alguna vez te han estafado?
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