Lidiar con el sobrepeso constituye una ardua labor donde además debes afrontar complicaciones de salud, estereotipos de la sociedad y la adaptación de todo tu entorno a esta condición. La sumatoria de estos y otros factores, ha dado lugar a que en casos como la obesidad mórbida, llegar a pensar que con las cirugías para bajar de peso terminas recuperando tu salud.
Es así como la cirugía bariátrica ha ganado cada vez mayor aceptación entre los métodos para bajar de peso, sin embargo, esta no es una opción a la que puedas recurrir sin cumplir una serie de requisitos que varían de acuerdo a cada país.
Dentro de la cirugía bariátrica se encuentran todos los procedimientos quirúrgicos que han sido adelantados para ayudar a bajar peso, siendo el bypass gástrico, el más conocido.
Para el caso mexicano, las cirugías autorizadas para bajar de peso son el bypass gástrico, la gastroplastía vertical y la banda gástrica.
Por lo que para poder practicarse alguno de estos procedimientos, se debe tener una historia clínica que dé cuenta de que tu obesidad es mórbida o extrema y que llevas con ella al menos cinco años, también debes tener entre 18 y 60 años, demostrando además que las dietas u otros métodos no han dado resultado.
Adicional a esto se debe demostrar que tu estado de salud es favorable tanto para realizar el procedimiento como para la etapa de recuperación, y que has sido plenamente informado sobre todo lo que implica este procedimiento.
¿Cómo saber si tienes sobrepeso?
Temas
El sobrepeso se mide a través del Cálculo del Índice de Masa Corporal (IPC). Realmente es muy fácil aprender a manejar la fórmula, aquí te cuento cómo interpretar los datos:
Es decir, que si tu peso es de 73 kilogramos y tu estatura es 1.75 cm, tendremos que:
En este caso, el resultado nos indica que el índice de masa corporal se encuentra dentro de la categoría “Saludable”. Recuerda que para bajar de peso y aplicar a una cirugía bariátrica, tu índice de Masa Corporal debe ser superior a 40.
Adicional a esto, hay señales que indican un problema de sobrepeso como son: cansancio, dificultad para caminar o respirar, dolor en las articulaciones, ronquidos o mucho calor al dormir.
A esto puedes sumarle la presencia de enfermedades donde el sobrepeso es desencadenante o facilitador: hipertensión, diabetes, problemas cardíacos, artritis, depresión, entre otras.
Antes y después de la cirugía para bajar de peso
Hasta este punto, esperamos que ya tengas claro que someterse a una cirugía para bajar de eso, no es una decisión que dependa solamente de ti. - Twitéalo Debes contar con toda la asesoría médica necesaria e informarte acerca de las implicaciones y riesgos.
Ventajas de las cirugías para bajar de peso
De esta manera, dentro de las ventajas de este tipo de procedimientos, puede mencionarse su efectividad en casos donde las dietas u otros métodos no han dado resultados, principalmente por trastornos de salud.
También se les atribuye un efecto positivo dado que en su mayoría lo que hacen es reducir el volumen del estómago y con ello, la cantidad de alimentos que ingieres o de nutrientes que son absorbidos por el organismo. Esto se traduce en una sensación de saciedad que se obtiene mucho más rápido y con menor cantidad de comida.
Considerando el antes y el después de la cirugía, es conveniente que tengas en cuenta lo siguiente:
Su éxito depende de que sigas al pie de la letra las recomendaciones tanto antes como después de practicarte la cirugía, por lo que puede terminar siendo una desventaja si todavía no estás plenamente convencido del compromiso que asumes con tu salud al recurrir a este método.
Es probable que sus efectos no se vean en el corto plazo, debes tener claro que los cambios en tu cuerpo se irán dando gradualmente, en la medida que el organismo vaya asimilándolos.
Inicialmente tendrás que consumir alimentos líquidos o en puré, siendo uno de los primeros cambios que debes afrontar como un preámbulo de lo que en adelante deberás mantener para garantizar la efectividad de la intervención quirúrgica.
Con bajar de peso, llegarán sensaciones de cansancio y cambios en el estado de ánimo que te harán pensar si valió la pena o no someterse a la cirugía, pues sensaciones similares tenías antes de ésta. Cuando esto suceda, debes recordar que es un proceso a largo plazo y que está asociado a un propósito de vida donde no debes retroceder, ni desmotivarte.
De ahí en adelante tendrás que preocuparte más por masticar bien y beber alrededor de 8 vasos de agua al día.
Después de la cirugía, viene una etapa de adecuación de tus hábitos alimenticios donde será muy importante acatar las instrucciones del nutricionista y médico tratante. Esto es fundamental para garantizar que los resultados se mantengan, pues la cirugía por sí sola no funciona.
Dependiendo del tipo de cirugía, es probable que deba tomar medicamentos y vitaminas por el resto de tu vida.
¿Dónde puede recibir asesoría?
Lo ideal es que tu médico tratante sea quien guíe el paso a paso del antes y después de la cirugía. Si no cuentas con Seguridad Social, la Secretaría de Salud del Distrito Federal implementó el Programa de Tratamiento para la Obesidad Mórbida.
Aunque este opera en el Distrito Federal, puede ser de gran ayuda para recibir el acompañamiento que necesitas, solo debes inscribirte previamente en la Clínica Integral de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas, ubicada en el Hospital Rubén Leñero (D.F).
Si eres de un país diferente a México, sería recomendable que investigues centros de salud, reconocidos, y que trabajan el tema. Hoy en día todos los países deben contar con un centro de estos en su ciudad principal (como mínimo).
Espero que esta información te sea de ayuda y sobre todo, si es tu caso, te ayude a pensar muy bien la decisión a tomar, porque esto es algo que cambiará tu vida para siempre.
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